¿La casa está perdiendo calor?

Resumen

 ¡Ponga su abrigo en las paredes!

Aunque la calefacción funciona sin parar, cuando te acercas a las paredes perimetrales, ¿te sientes helado? Es el claro indicador de que el calor producido en la casa está desapareciendo de las paredes, que deben ser (re)vestidas con material aislante para crear una verdadera «capa protectora térmica». De esta manera encontrarás confort y ahorrarás energía.

Es la clásica «mala estación» que golpea a los edificios con una mala resistencia térmica: gran parte del calor difundido por los radiadores se dispersa por las superficies «desnudas» de las paredes perimetrales, que son molestosamente heladas al tacto.

Los culpables son las paredes en contacto directo con el exterior que, al no estar protegidas por una capa aislante adecuada, son incapaces de retener el calor producido en la casa, comprometiendo el confort y el ahorro de energía.

¿Cómo tratar el problema?

El objetivo debe ser frenar el intercambio de calor entre el interior y el exterior de la casa, asegurando que la temperatura de las paredes perimetrales sea lo más cercana posible a la del aire interior. Un resultado que se puede lograr utilizando la técnica de aislamiento térmico «de capa», que consiste en aislar las paredes perimetrales internas o externas para crear una barrera física capaz de retener el calor producido en la casa… …de modo que se encuentre confort y se ahorre más del 30% de energía.

Una solución que, si se diseña bien, puede ser igual de efectiva durante la temporada de verano, para mantener el fresco en la casa evitando que el calor penetre en su interior, y contra la contaminación acústica.

Se necesitan investigaciones preliminares

Para tener la garantía de una intervención de calidad, es necesario ponerse en contacto con una empresa especializada en técnicas de aislamiento que, con el apoyo de un experto industrial o de un ingeniero que actuará como «médico de la construcción», llevará a cabo el trabajo:

– un diagnóstico de energía interna para verificar el equilibrio térmico de la casa y establecer qué paredes aislar y con qué técnicas, materiales y espesores intervenir;

– un examen de rayos X de las paredes exteriores, realizado mediante la toma de imágenes de la fachada con una cámara de infrarrojos capaz de registrar la «radiación térmica» de la estructura de la pared, invisible para el ojo humano: estas tomas le permitirán identificar los llamados puentes térmicos, los puntos críticos más dispersos, que le ayudarán a diseñar un revestimiento que haga homogénea la resistencia térmica de todas las partes estructurales de la casa.

La capa exterior

Cuando es posible, la mejor solución es hacer la capa térmica desde el exterior, así que incluso en un condominio cada apartamento puede disfrutar de los beneficios. También hay casos en los que es incluso obligatorio, como cuando el mantenimiento de la fachada se realiza con la restauración del yeso entre el 10% y el 25%, o más.

Lo importante es confiar en sistemas integrados certificados según las normas europeas, donde varios componentes y capas trabajan en sinergia para crear una «capa» protectora, desde la gruesa capa de material aislante hasta el yeso reforzado con malla, pasando por el acabado del grosor, cada uno con su función precisa.

La capa interior

Si no se llega a un acuerdo en su edificio para aislar la fachada, siempre puede optar por el revestimiento interior, aunque sea un poco menos eficaz. La intervención, rápida y limpia, consiste en colocar placas de aislamiento junto con paneles de acabado de cartón-yeso cerca de las paredes frías, creando así contramuros sanos y confortables.

Ya sea en el interior o en el exterior, ¡debe ser hecho a medida!

Cualquiera que sea el lado de los muros perimetrales en el que decida intervenir, recuerde que su casa siempre necesitará un proyecto ad hoc bien pensado: no existe un revestimiento universal y estándar adecuado para todas las casas e intervenir de forma parcial y precipitada, quizás con la esperanza de ahorrar en el coste final, podría ser totalmente inútil.